Según investigadores italianos, los caballos entran en un estado emocional positivo cuando ven o interactúan con un humano que ha establecido una buena relación con ellos.
No es ningún secreto que las personas han desarrollado relaciones de unión con los caballos a lo largo de la historia. Los caballos pasaron de ser medios de transporte a algo más que una simple mascota. Sin embargo, ¿cómo podemos establecer un vínculo afectivo con los caballos?
Un estudio realizado por investigadores italianos ha arrojado algo de luz sobre la cuestión. Los caballos desarrollan experiencias emocionales positivas cuando ven una cara conocida. En cierto modo, podríamos decir que se relajan más cerca de un humano con el que interactúan frecuentemente.
La doctora Chiara Scopa, del Centro Nacional de Referencia de Intervenciones Asistidas con Animales, añade que esta sensación positiva aumenta cuando la persona cepilla al caballo. Los caballos tienen un ritmo cardíaco más bajo cuando están rodeados de personas con las que se sienten cómodos.
"Al definir a un humano familiar como alguien con quien los animales han tenido múltiples ocasiones de interactuar y establecer una relación de valencia positiva, podemos afirmar positivamente que los caballos son capaces de desarrollar un vínculo con ellos", comenta Scopa.
Asear a un caballo a diario permite a los jinetes comprobar su salud y bienestar. Esto mejora la salud de su piel y su pelaje.
Los investigadores analizaron a 23 caballos de raza mixta en establos cuando se acercaban a ellos personas conocidas y desconocidas. Los científicos analizaron la frecuencia cardíaca y la variabilidad de la frecuencia cardíaca (VFC) de los caballos cuando estaban en el establo y cuando un humano cogía un cepillo suave y los acicalaba.
Descubrieron que los caballos tenían una frecuencia cardíaca más baja cuando se les acicalaba, independientemente de quién fuera. Sin embargo, las tasas de VFC eran muy diferentes cuando interactuaban con humanos conocidos o con caras desconocidas.
La coautora, Laura Contalbrigo, DVM, PhD, dijo: "Estos complejos análisis adicionales sobre el correlato simpatovagal revelaron una modulación de la regulación neural cardiovascular relacionada con el nivel de familiaridad del cuidador". En otras palabras, pudieron comprobar que los caballos muestran reacciones diferentes cuando están con un humano conocido o no.
La relación entre el caballo y el ser humano es compleja y depende de la relación pasada con el caballo y de las interacciones actuales. Por ejemplo, los caballos desarrollan un estado emocional mucho más positivo cuando los humanos conocidos los rozan por ambos lados. Sin embargo, con los humanos desconocidos, sólo mostraban estas emociones cuando se les cepillaba por el dorso del caballo izquierdo.
"Creemos que la idea de que los comportamientos y estados emocionales de los caballos sólo se ajustan a simples reacciones de causa-efecto debería ampliarse y explorarse más". Los caballos son animales complejos y sus emociones se ven afectadas por más factores que el simple reconocimiento de un humano.
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